08 mayo 2012

Astonishing X-Men: El Don

Astonishing X-Men vol. 3, 1-6 USA 
Guión: Joss Whedon
Dibujo: John Cassaday  
Panini; 160 páginas, 15€

Sigo recuperando grandes historias de mi colección mientras recojo las grapas para empaquetarlas y guardarlas a buen recaudo en una caja dentro de bolsitas free-acid (algo que no he hecho en mi vida, parece que me vuelvo maniático con los años), para  poder volver a rescatarlas dentro de unos años en el mismo estado y, espero, me sigan transmitiendo las mismas buenas sensaciones que ahora.

Creo que justo ahora, que se ha estrenado con enorme éxito en el cine Los Vengadores, poco podría contribuir después de lo ya dicho a ensalzar la maestría de Whedon en casi todo lo que toca, cuente con el éxito merecido (Buffy, Ángel) o no (Firefly). Es difícil no rendirse ante la genialidad de este hombre en cuanto a la creación y desarrollo de personajes, su tratamiento de los sentimientos en pantalla, la cotidianeidad de lo extraño y absurdo en nuestras vidas, y la evolución del ser humano. Quien haya visto sus series y las haya disfrutado como yo sabrá a lo que me refiero. Pues imaginaos estas cualidaddes de Joss Whedon puestas al servicio del devenir de los mutantes, lo que acaba por dar como resultado una primera saga magistral, en la que el guionista mezcla con su increíble ingenio todas ellas. Whedon pone a los mutantes enfrentados a la que probablemente sea la peor amenaza que puedan encontrarse, y no es precisamente algo que puedan derrotar mediante los golpes: la cura del gen mutante.

Uno de los puntos fuertes de Whedon y sus series es el tratamiento de los personajes y las relaciones que entre éstos se establecen, y su evolución orgánica. A pesar de todo lo bueno que podemos encontrar en esta páginas (en casi cada una de las 160 hay aglo destacable, sin duda), yo no puedo dejar de destacar por encima de todos esos momentos los dedicados a profundizar en los miembros de la Patrulla X: ese Hank McCoy capaz de sucumbir ante el anhelo de volver a ser humano, Lobezno apareciendo como un animal encaramado a la cama de Scott y Emma para recriminarle al primero su peculiar luto por Jean Grey y, sobre todo, el que para mí es el MOMENTO con mayúsculas, cuando vemos aparecer a Peter Rasputin, que al ver a Kitty se desploma y solloza creyendo que es una visión onírica y que por fin ha muerto tras el sufrimiento al que le han sometido todos estos años. Sencillamente MAGISTRAL cómo el guionista consigue humanizar a todos estos personajes de ficción, y como consigue que incluso a un desconocedor de los mutantes como lo soy yo mismo, se le haga un nudo en la garganta, a pesar de no haber vivido ni las aventuras ni el romance anterior de ambos personajes, ni tan siquiera la muerte de Coloso. Es algo muy difícil de conseguir, y una pequeña muestra más de por qué este hombre es tan grande.

En su guión hay acción, hay intriga por saber qué sucederá después, hay humanidad, hay humor (impagable la cara del villano de esta saga cuando cree tener a Lockheed tras él, humanizando, una vez más, a todos los personajes de su historia) y hay amor; entre los personajes del cómic, pero amor también para con el lector y esta afición nuestra, como no se puede catalogar de otra manera a la única splash-page de la saga protagonizada por Coloso y Lobezno, haciendo lo que todos sabemos, pero sin siquiera mencionarlo (algo que además ha repetido en la película de Los Vengadores). Además se permite crear no sólo nuevos enemigos para la Patrulla y nuevos personajes secundarios, sino que incluye nuevos elementos para enriquecer la mitología del Universo Marvel, creando a SWORD y a la agente Brand, o Breakworld. De verdad que es imposible llevar a cabo un trabajo más redondo y completo en tan sólo seis números.

De Cassaday qué puedo decir... Quien haya leído Planetary ya sabe la maravilla de dibujo que va a poder encontrar también en Astonishing X-Men. Un diseño de personajes exquisito (elección de vestimenta incluida, que a mí me ha encantado a pesar de las críticas que recibió en su momento), una acertada puesta en escena de la acción, una humanidad desbordante cuando lo requieren los momentos más íntimos, y sobre todo, una elegancia infinita en su trazo, que entra por los ojos desde un primer momento, pero que además sigue cautivando con cada página durante la lectura del cómic. Un maestro que, con la ayuda inestimable de los colores de Laura Martin, completa el equipo de lujo con el que nos sorprendió esta colección.

Una joya. Una más, Míster Whedon.

Valoración: *****

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