17 diciembre 2012

Nova: La Iniciativa

Nova Vol. 4, 1-3 USA 
Guión: Dan Abnett y Andy Lanning
Dibujo: Sean Chen
Panini; 72 páginas, 3'90€


Aquí tenemos las continuación de las andanzas del único superviviente del Cuerpo Nova, Richard Rider, y su compañera la Mundomente Xandariana, justo donde lo dejamos tras los acontecimientos de Aniquilación.

Por suerte contamos de nuevo para narrarnos su historia al dúo DnA, Dan Abnett y Andy Lanning, quienes ya demostraron saber tratar al personaje y su entorno. Aquí no van a ser menos, y nos presentan a un Richard al borde del colapso debido a su negativa a tomarse un respiro, ya que es el único que puede atender a las miles de llamadas de socorro como consecuencia de la destrucción dejada a su paso por la oleada aniquiladora, que antaño deberían ser contestadas por un nutrido ejército de policías Nova. Reflejan y transmiten bien la pesadez que ha de suponer la carga de dicha tarea, ya que un breve descanso para retomar el aliento puede costar demasiadas vidas. Sin embargo Richard es un hombre, a pesar de su enorme poder actual, y como todo hombre, al final sólo quiere tomarse un respiro y regresar al hogar.

Una vez en la Tierra el trabajo de los guionistas es realmente bueno, haciéndonos asistir a los acontecimientos de la Guerra Civil como si fuéramos el propio protagonista, totalmente desconocedores de lo sucedido: ponen en contacto a Richard con su ex-compañero de los Nuevos Guerreros, Justicia, que no sólo es el encargado de relatarle la masacre y la persecución de superhéroes, sino también la muerte de sus antiguos compañeros, y de su antigua pareja; le ponen en contacto con Tony Stark, sin el maniqueísmo con que otros autores le tratasen durante este evento, dándole la oportunidad de unirse a La Iniciativa; también lo enfrentan a los Thunderbolts, con las consecuencias que dicha persecución tiene sobre su concepto de la iniciativa antes mencionada y con el inevitable encuentro con su trastornado ex-compañero, que ahora responde al nombre de Penitencia; y por último, le harán volver al hogar familiar, para ver que quizá el recibimiento no es el que esperaba, y que en el planeta Tierra las cosas han cambiado más de lo que desearía, e incluso de lo que puede llegar a asumir tras los problemas a los que se ha tenido que enfrentar. Todo ello magníficamente dibujado por Sean Chen, una elección perfecta que realiza un gran trabajo, sabiendo dotar a cada escena de la ambientación adecuada y resolviendo las batallas con efectividad y espectacularidad, recordando en ocasiones al gran Steve McNiven de la Civil War.

En definitiva, el equipo encargado de esta colección conoce al personaje y sabe tratarlo, y actuar en consecuencia a los actos que ha tenido que llevar a cabo en el espacio y la evolución que ha experimentado, por lo que cierran esta saga de la mejor forma, con un Richard Rider que vuelve a donde pertenece ahora, para seguir salvaguardando el universo.

13 diciembre 2012

Harbinger: Omega Rising

Harbinger 1-5 USA
Guión: Joshua Dysart
Dibujo: Khari Evans, Lewis Larosa y Matthew Clark
Valiant; 128 páginas, 14'99$


Segunda serie de Valiant a cuya lectura me apunto y que paso a reseñar (la anterior fue X-O Manowar), a ver si hay algún indeciso que aún duda en darle una oportunidad a los cómics de esta editorial, que está retomando todo un universo superheroico muy a tener en cuenta si la calidad se sigue cuidando como hasta ahora y las ventas acompañan, ya que tienen un futuro muy prometedor.

En el mundo hay tres clases de personas: los normales, los latentes, y los Harbinger. Los primeros son personas como tú y como yo sin ningún poder especial, los segundos tienen un poder potencial esperando a ser despertado, y los Harbinger son personas como Peter Stanchek, nuestro protagonista, cuyos poderes despertaron sin más un buen día. Para Peter, a pesar de estas habilidades, la vida no ha sido fácil, ya que es huérfano y ha estado dando bandazos por el mundo de institución a institución, y en la actualidad se encuentra a la fuga junto a su amigo Joe, perseguido por la policía y un agente que no está dispuesto a darles un segundo de respiro. Aquí es donde comienza la historia.

Empezamos viendo cómo se las ingenian estos dos amigos para sobrevivir en el día a día, sacando partido de las habilidades especiales que posee Peter para conseguir comida, alojamiento, o incluso drogas. El guionista nos va presentando los diferentes recursos de los que hace gala el protagonista, un amplio repertorio de habilidades psíquicas a las que sabe sacar provecho, mientras nos relata la persecución a la que es sometido Peter a la vez que nos presenta a otros protagonistas de la historia que más tarde irán confluyendo en un mismo punto, como el Monje Sangrante y Toyo Harada, que se presenta ante Peter como un igual (Harada es también un Harbinger), y le ofrece ayuda con su escapada y tras esto, unirse a él para descubrir el alcance real de sus poderes y el control de éstos, sin tener que seguir reprimiéndose como hasta ahora. 

Dysart va precipitando los acontecimientos hasta que por fin vemos la conexión y las posiciones de todos los personajes en el tablero, una vez  que asistimos por primera vez  a las instalaciones de Harada. La trama es interesante, no demasiado original pero sí lo bastante atractiva tanto argumentalmente como por ese tono gris que envuelve a los diferentes miembros de la compañía (si bien las intenciones de Harada son demasiado visibles mucho antes de la escena de la sobredosis) y de la escuela, así como por la profecía que nos presentan con nuestro protagonista como desencadenante de una catástrofe mundial. Estos primeros números son entretenidos justamente por coquetear con las posibilidades de esta profecía al presentarnos a Peter como una persona sin malas intenciones en apariencia, pero con una doble y (volátil) moral que es la que crea verdadero interés en la historia. En apariencia nada nuevo en este cómic tras estos primeros números, pero lo suficiente para hacer interesante sobre todo los derroteros que puede tomar la historia.

El dibujo en esta colección es el gran punto oscuro de la serie, ya que el trabajo de Khari Evans (no sé muy bien cuáles son las labores de los otros dos nombres acreditados en este sentido) es bastante mediocre. Su trabajo parece ser todavía algo verde, alternando buenas páginas con viñetas muy desacertadas, descuido en las caras (que sin embargo en ocasiones muestran una expresividad adecuada a lo que vemos), o su verdadero punto flaco, las construcciones, que dan el pego cuando se ven claramente que las imágenes son reales y tratadas, pero sobre ellas se distingue el verdadero trazo del dibujante, y ponen de manifiesto esta grave carencia. Aparte, sus personajes son demasiado planos, a lo que ayuda el regular trabajo al color de Ian Hannin, y que podía haberse visto reducido por un buen entintado que le diera volumen a sus figuras. Este apartado es para mí un aspecto muy negativo del cómic, en ocasiones me ha parecido incluso un trabajo amateur sin pulir.

En principio, esta primera saga es una buena presentación de las cartas con las que se va a jugar en esta serie, si bien el verdadero potencial de Harbinger necesitará una mayor agilidad e ingenio en la escritura y estructura (la materia prima es buena, ahora hay qjue saber aprovechar estos ingredientes), pero sobre todo un buen dibujo acorde con lo que se espera de un producto que quiere llamar la atención, y demostrar así el cuidado que está poniendo Valiant en sus colecciones para atraer lectores de las dos grandes gracias a una propuesta similar en cuanto a temática, pero con el punto a favor de que cada colección se mima como el resto.

10 diciembre 2012

Aniquilación

Guión: Keith Giffen, Dan Abnett & Andy Lanning, Javier Grillo-Marxuach, Simon Furman
Dibujo: Scott Kolins, Ariel Olivetti, Kev Walker, Gregory Titus, Renato Arlem, Jorge Lucas, Andrea Di Vito
Panini; 3 tomos de 144 páginas a 9'25€ y un tomo de 160 páginas a 9'75€


Vuelvo a leer este crossover que tan buenas sensaciones me transmitió hace ya cuatro años, que mientras pasaba semi-desapercibido debido a la guerra civil que se libraba entre los más famosos nombres de Marvel, nos demostraba que más allá de los cielos del planeta Tierra también tenían lugar encarnizadas batallas que no sólo decidirían el transcurso de la historia, sino la existencia misma del Universo.

Comandadas por Keith Giffen, gran guionista con una amplia y meritoria carrera en solitario, pero sobre todo recordado por su Liga de la Justicia junto a J.M. DeMatteis, las series de este evento entran en un terreno que no le es para nada desconocido al autor completo como son las epopeyas cósmicas, de ahí la idoneidad de que sea él el encargado de coordinarlas y guionizar la línea argumental principal. Iniciadas con el prólogo a su cargo y dibujado por Scott Kolins, Giffen crea una amenaza que consigue hacer temible e incontrolable, dando lugar a la destrucción de algunos de los mayores imperios (como el Skrull), algunas de las más antiguas creaciones que existen en el universo (como las Kyln), o de una civilación por completo y de su cuerpo interestelar de protección (como Xandar y el Cuerpo Nova). Así, el prólogo inicia el evento por todo lo alto con grandes dosis de destrucción, trayendo la desgracia y un poder inimaginable que difícilmente intuimos cómo va a ser posible detener.

Tras este potente prólogo, se nos empezarán a contar las historias que tienen lugar en distintos puntos del universo como consecuencia de la oleada aniquiladorra. Las diferentes series (Nova, Super-Skrull, Estela Plateada y Ronan) mantienen el aire de grandeza de la narración, destacando sobre todas ellas la escrita por el dúo formado por Dan Abnett y Andy Lanning, la serie protagonizada por Richard Rider en el que vemos cómo el ex-Nuevo Guerrero afronta lo vivido en primera persona en la Zona Cero de la Aniquilación, Xandar, así como al enorme poder que ha heredado tras la extinción por completo del Cuerpo Nova y unirse a la Mundomente. Todas mantienen el nivel de grandiosidad, como no podía ser menos dado el poder de los diferentes protagonistas, si bien no consiguen el mismo resultado a los guiones que las historias de Giffen y del tándem DnA. La epicidad está asegurada, y son buenas lecturas, pero demasiado alargadas para sólo contarnos ciertos detalles de relevancia y la actual situación de algunos personajes una vez lleguemos al eje central del evento, la propia Aniquilación; pero como en la edición española nos las tragamos todas juntas pues oye, tampoco hay demasiado reprochable en ellas (aparte del dibujo, que me ha parecido de bueno a cumplidor, y bastante pobre tanto en Estela Plateada como en Super-Skrull) en casi todas ellas) ya que complementan muy bien la lectura principal y desarrollan de manera interesante a sus protagonistas, siendo lecturas amenas y mostrándonos la idiosincrasia propia de cada personaje a los que desconocemos por completo la parcela cósmica de Marvel.

Llegamos a Aniquilación, y tenemos a todos los personajes listos para cumplir su papel en la función. Giffen crea una historia en la que cada uno de los protagonistas tiene su momento, y todos van a ser parte importante en los diferentes escenarios en los que tiene lugar una guerra. Su narración nos muestra los diferentes frentes, las diferentes apuestas por intentar frenar la oleada aniquiladora y acabar con Annihilus, siempre con grandes momentos sin descuidar por ello los diálogos y a los personajes, que son los grandes protagonistas. Y es que más allá de haber creado un gran evento, y una gran historia, éste es el gran mérito de esta saga, el de cuidar a unos personajes bien tratados, actualizarlos y ponerlos al día, y presentárnoslo no sólo a los desconocedores, sino devolverlos a primera plana para aprovechar su potencial y reivindicar que se pueden hacer buenas historias con ellos. Aniquilación deja un buen sabor de boca, pero además de ello hace que conectemos con sus protagonistas, y que queramos saber más de ellos y de cómo afrontarán las consecuencias de lo sucedido, qué nuevos desafíos se presentan ante cada uno dado el nuevo statu-quo de muchos de ellos, y en qué desembocará esa página final que cierra la saga con promesa de que la ola aniquiladora no ha hecho más que empezar.

04 diciembre 2012

Dilemas de la pila de lectura

Mientras pensaba cómo encarar una reseña para plasmar con palabras lo visionaria que me ha resultado la miniserie del Escuadrón Supremo de Mark Gruenwald, volvía a colocar en la estantería los dos tomos y me di cuenta de que tengo bastante material "antiguo" que aún no he leído, como la (cancelada) Biblioteca Marvel de Lobezno, el Arma X de Barry Windsor-Smith, el ClanDestine de Alan Davis, Operación Tormenta Galáctica, el Nick Furia de Steranko, el Daredevil de Miller, el Hulk de Peter David, el Sandman de Gaiman...

Para disminuir mi pila de lectura nunca me he marcado ninguna norma o regla que anteponga unas lecturas a otras pero, inconscientemente, siempre he dado prioridad a material reciente, e incluso a números de series que acaban de ser lanzados en mi "pila digital". Al material más antiguo, los llamados clásicos de los que todo el mundo habla, o las etapas míticas que "hay que leer" ya sean de hace décadas o del último lustro, por algún motivo siempre acaban relegadas a un segundo plano, a una suspensión infinita. Quiero pensar que es el miedo a la decepción, ya que si la última grapa de Ultimate Spiderman o el último número de Uncanny X-Men me parecen bazofia, pues lo guardo o lo borro del disco duro y me quedo tan ancho, pero ¡ay si Watchmen o Maus me llegaran a defraudar! ¿Cómo cuento yo esto delante de otros aficionados a los cómics? Una cosa es criticar a un Millar o a un Bendis, pero a un Moore (y eso que el barbudo también tiene morralla a sus espaldas)... Por suerte con estas dos míticas obras no se ha dado el caso (es casi imposible que no maravillen a cualquier aficionado, e incluso con Maus a cualquier otra persona completamente ajena), pero me ha pasado con otros cómics que tanto la crítica como muchos aficionados ponen por las nubes y a mí me han sabido a poco. Por poner algunos ejemplos, y matizables en diferente grado cada uno de ellos, el Superman de Byrne, el Predicador de Ennis, el Y, el último hombre de Vaughan, la Wonder Woman de Azzarello, el Alias de Bendis... Con eso no quiero decir que me parezcan malas, y sé reconocerles cierto mérito intrínseco de manera ajena a la sensación que me hayan dejado, pero en estos casos lo que he pensado tras sus lecturas ha  sido "¡Meh! No está mal, pero tampoco es para tanto...".

Pero a lo que iba, que me voy por las ramas. Que a veces se me hace muy difícil leer material que ya tiene cierto tiempo, frente a cuya lectura llego condicionado por todo lo que se ha hablado sobre ellas, por todo lo que han supuesto para determinada cabecera o personajes o para el propio medio, y a mí, sinceramente, me da un poco de pereza. No es porque mi opinión vaya a verse influenciada (que también puede llegar a pasar), es porque prefiero llegar "virgen" a una lectura, ya que me satisface mucho más descubrir una joya por mí mismo, eligiendo una lectura al azar, que lanzarme a la lectura de La Cosa del Pantano o Los Invisibles, cuyas historias, estilos y temáticas conozco en gran parte por lo que he ido leyendo a través de diversas webs y reseñas, o por las impresiones de otros lectores de cómics. Sin embargo, a pesar de todo lo que pueda conocer con anterioridad de una obra, luego puedo llegar a disfrutar como con ninguna otra obra con la forma en la que es contado, con la narración, con la plasmación gráfica de unas ideas geniales, o con la experimentación formal y conceptual.


Sé que es un mecanismo de defensa algo estúpido, pero creo que en parte es entendible y seguro que a más de uno le ha pasado y no soy tan bicho raro, ¡o eso espero! Al final, tarde o temprano quiero pensar que leeré todos estos cómics que acumulo, y sé que muchos de ellos me harán sentir cosas que pueden no llegar a repetirse. En mi pila seguro que hay muchas sorpresas escondidas, y puede que algunas de ellas me deparen menos sorpresas debido a la reutilización de fórmulas, pero es totalmente necesario acudir al pasado, a los precursores de nuestras actuales lecturas, para disfrutar al máximo con esta afición. Seguro que, al final, cuando lea algunas de las obras maestras que aún me aguardan, de lo que más me arrepentiré no será de haberlas dejado esperar tanto tiempo, sino de que no puedan volver a hacerme sentir lo mismo que la primera vez, y estoy casi seguro que a eso se reduce todo: al miedo, una vez más, de perder la virginidad. Y es que en esto de los cómics aún soy una ingenua colegiala que no sabe lo que se esconde tras esas tapas duras...

28 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Joven y alocada (2012)


Dirección: Marialy Rivas
Guión: Marialy Rivas, Pedro Peirano, María José Viera-Gallo, Sebastián Sepúlveda y Camila Gutiérrez
Género: Drama
Duración: 92 minutos
Intérpretes: Alicia Rodríguez, Aline Kuppenheim, María Gracia Omegna, Felipe Pinto, Ingrid Isensee, Alejandro Goic

Arrolladora visión de la liberación sexual de una joven perteneciente a una familia ultraevangelista parte de una famosa secta chilena, que retrata sin tapujos la experimentación que lleva a cabo Daniela, la protagonista, como forma de escapar de unas cadenas que la aprisionan desde que nació, como camino para abolir la esclavitud a la que es sometida, pero también como parte de su autodescubrimiento sexual y personal.

Arriesgada propuesta dirigida con igual picardía y maestría en el montaje, narrándonos la historia de Daniela a través de su blog (que da título al film), con sus reflexiones a modo de entradas y comentarios en este diario íntimo abierto a todos jugando con el formato de red social en pantalla de una manera muy divertida (trolls incluidos), con una puesta en escena desinhibida y sin reparos tanto a la hora de criticar este tipo lavados cerebrales tan relacionados con la religión (aunque con una concesión a la cordura sectaria en la figura de la tía), así como a la inclusión de escenas de sexo explícito que no resultan forzadas gracias al desparpajo de Daniela en cuanto a sus experiencias con el sexo, que resulta creíble en todo momento gracias al buen hacer de Alicia Rodríguez, angelical y lasciva a la vez.

Gran alegato a favor de la experimentación y liberación sexual, crítica con los tabúes que aún nos graban a fuego desde pequeños en esta sociedad tan falsa en la que el simple sexo se cuestiona o se pone en relación con conceptos que sólo provocan represión y censura de la propia identidad. Como Daniela aprende bien, el sexo es un juego con el que todos nos divertimos si aceptamos las mismas reglas, pero que confundido con el amor puedo traernos muchos disgustos.

Largo a concurso. Valoración: *****

26 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Infancia clandestina (2011)


Dirección: Benjamín Ávila
Guión: Benjamín Ávila y Marcelo Müller
Género: Drama
Duración: 110 minutos
Intérpretes: Natalia Oreiro, Ernesto Alterio, César Troncoso, Cristina Banegas, Teo Gutiérrez Moreno, Violeta Palukas

Con parte de tinte autobiográfico, el novel Benjamín Ávila dirige un sólido drama gracias al juego al que da lugar un guión que se mueve con ritmo entre el claroscuro según se decante por la recreación de la infancia de Juan, llena del brillo que refleja la cara inocente de un niño que empieza a descubrir el amor, o de la sombra grisácea que se cierne sobre una familia de guerrilleros cuya lucha no puede acabar bien.

Infancia clandestina retrata las vivencias, los anhelos y los descubrimientos de una infancia que aspira a ser normal (con su primeras experimentaciones, sus primeras sensaciones y sus primeras decepciones), pero que no puede llegar a serlo nunca por completo por el modo de vida clandestino que le ha tocado en suerte a Juan, debido a los ideales y las acciones de sus padres durante la dictadura de Videla. Y el film lo hace tomándose su tiempo para adentrarnos en la vida del protagonista, intercalando las escenas cándidas acordes con los sentimientos que afloran en Juan, con otras que mezclan el peligro intangible que flota en el aire en las reuniones entre camaradas, para "suavizar" las escenas más duras (quizá como autocensura en los momentos más crueles, quizá por falta de presupuesto) como la escena de inicio y la de la granada. También hay momentos para relajarse, casi siempre protagonizados por Tío Beto (genial Ernesto Alterio en un papel simpático y muy divertido), como la genial pelea entre éste y Daniel por la suegra o la explicación de cómo se come un maní con chocolate. Y, como cierre, un final que le sienta a la perfección al film, sin respuestas, como tantas y tantas familias siguen viviendo muchos años después de desaparecidas las dictaduras que se llevaron a sus seres queridos.

Largo a concurso. Valoración: *****

24 noviembre 2012

El Festival de Huelva en La 2

El reportaje que le dedicaron en Días de Cine al 38º Festival de Cine Iberoamericano de Huelva. Se me hace algo escaso (ni siquiera comentan la mitad de los largos a concurso), confiaba más en la difusión que este programa le podría dar al festival, pero bueno, estamos acostumbrados. Menos es nada, no viene mal un poco de publicidad sabiendo el peligro que corren futuras ediciones.

23 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: O Palhaço (2011)

Dirección: Selton Mello
Guión: Selton Mello y Marcelo Vindicato
Género: Comedia
Duración: 90 minutos
Intérpretes: Selton Mello, Paulo José, Tonico Pereira, Jackson Antunes, Teuda Bara, Jorge Loredo, Moacyr Franco

A pesar de las risas que Fastidio despierta cuando se encuentra en el centro de la pista como protagonista absoluto del circo, en los ojos de Benjamín se deja notar la tristeza y el desencanto que se esconden tras la sonrisa de pintura que le disfraza de payaso. La historia de Benjamín es la historia de cualquier otra persona, que no es feliz haciendo lo que hace, y que anhela algo casi inalcanzable, una meta, un objetivo, en el que deposita toda su esperanza como ruta de escape, en este caso un simple ventilador. Pero como casi siempre que subordinamos nuestra propia felicidad a algo externo, cuando nos hacemos con ello, o volvemos a tropezar con la misma piedra y repetimos el proceso de manera cíclica, o nos damos cuenta de lo estúpido de nuestra suposición, y por fin uno se percata de que la propia dicha, la satisfacción vital, la felicidad, recae sólo en nosotros mismos. Sólo una vez que se reconoce a esta última como algo intrínseco, sita en nuestro interior esperando que la despertemos y la alimentemos con la paz con lo que hacemos mejor que nadie, con disfrutar junto a las pequeñas personas que siempre nos han acompañado y que amamos, con la aceptación de la propia identidad, podremos conseguirla completamente. "¿Y quién me hará reír a mí?", se pregunta Benja, mucho antes de darse cuenta de que él mismo puede conseguirlo, tan sólo cogiendo el maquillaje y dibujándose, que es lo mejor que sabe hacer, una sonrisa en la cara.

Maravillosa y cautivadora,
y como la vida misma (retratada en el viaje de esta compañía circense, siempre en movimiento), un poco absurda, O Palhaço es una oda a la alegría, una sinfonía de sonrisas que no solo consigue transmitir la de sus protagonistas, sino también contagiarlas a toda la sala durante todo su metraje con sus encantadores personajes, con su extraña y extravagante familia, y con su mirada adelante pase lo que pase. Al fin y al cabo, el espectáculo debe continuar, así que será mejor disfrutarlo.

Largo a concurso. Valoración: ****

22 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Mai morire (2012)

Dirección: Enrique Rivero
Guión: Enrique Rivero y Aleka Rivero
Género: Drama
Duración: 89 minutos
Intérpretes: Margarita Saldaña, Amalia Salas, Juan Chirinos

A pesar de su apuesta por la conexión emocional con lo que vemos en pantalla, como bien comentaba el director Enrique Rivero antes del segundo pase de su película, Mai morire se queda tan sólo en un evocador pasaje lleno de belleza estética gracias a la naturaleza que retrata, pero completamente falto de alma y emoción. El director se olvida por completo de contar una historia o de desarrollar los miedos de su protagonista, y tan sólo juega con la implicación y reflexión del espectador en su mensaje jugando con los silencios, las tomas largas e introspectivas y las secuencias oníricas, que si bien dan pie a la presunción del final por parte del espectador con la ayuda de su abrupto final, convierten a la película en un aburrido álbum de fotos en el que a cada minuto se nos hace más y más pesada la titánica tarea de interesarnos por la siguiente página.

Insipidez adornada con una preciosa fotografía gracias a esos desconocidos canales de Xochimilco, con algunos encuadres poéticos pero que quedan desangelados entre el tedio y la desesperanza al ver que no conducen a ninguna parte. Para su rescate tan sólo si se llega a entrar en un juego que con su comprensión puede dar con alguna sorpresa oscura guardada en su final (o así me ha parecido vislumbrarlo debido a algunas tomas que esconden un mensaje oculto sobre el film, como el de los cuerpos en el agua y la casa de muñecas), pero que aún así no compensan un viaje que, como el que realizamos cada día de ida y vuelta al trabajo, se queda en mero desplazamiento sin más objetivo, mientras contemplamos nuestro alrededor. Una pena. 


Largo a concurso. Valoración: ***** 

21 noviembre 2012

Festival de Cine Iberoamericano de Huelva: Fecha de caducidad (2011)

Dirección: Kenya Márquez
Guión: Kenya Márquez y Alfonso Suárez
Género: Comedia dramática
Duración: 100 minutos
Intérpretes: Ana Ofelia Murguía, Damián Alcázar, Marisol Centeno, Laura de Ita, Martha Aura, Eduardo España, Jorge Zárate, Carolina López, Hugo Márquez

Después de las películas de Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga, uno espera que las historias de personas que entrecruzan sus vidas le ofrezcan una conexión especial con los protagonistas y sus vivencias ya que, una vez agotada la originalidad de la propuesta, lo mínimo esperable es que nos sorprendan con la trama, nos interesen por lo que a sus personajes les ocurre y nos consigan implicar en lo que les sucede (y si mientras se nos ofrece todo ello se transmite un mensaje de denuncia social, mejor, aunque no es estrictamente obligatorio); nada de esto es algo que ocurra en algún momento en el transcurso de la película, que si bien ofrece un aceptable resultado en la dirección (aunque quizá con un mal medido desarrollo de las historias, que nos dirige a un previsible final), no podemos decir lo mismo en cuanto a su tratamiento de la historia. Con un guión demasiado apático, unos personajes gélidos con los que no logramos empatizar ni preocuparnos por su situación (a pesar de que se traten temas como el maltrato, la inmigración ilegal o la pérdida de un hijo), un ritmo lento y un McGuffin cuya inexistente resolución es lo único que hacía que uno se pudiera interesar por la película, a excepción, quizá, de la siguiente extravagancia de un borderline como Genaro, quizá lo mejor del film por su perfilación entre lo cómico y lo patético que no en ocasiones no sabes si te produce risa, pena o grima. Fecha de caducidad se muestra como un fallido intento fílmico en el que, a pesar del potencial de su premisa y sus personajes, no se consigue hacer méritos ni como drama, ni como comedia negra, debido a su falta de profundidad y quién sabe si quizá también de ambición.

Tres historias que se solapan, que nos descubren un poco más cada una de ellas pero que en ningún momento consiguen despertar el interés de un espectador que desde el primer paseo por la morgue (durante cuya primera visita se nos prometían bastante felices  gracias a las situaciones y los diálogos que en ella tienen lugar) al inicio del film no se volvió a interesar por éstas, esperando una resolución diferente a la que se consigue adivinar desde los primeros compases, para no salir de la sala con la sensación de tedio que jamás debería provocar ningún relato en el que se nos cuente el viaje de regreso a casa de la cabeza desaparecida de un muerto.

Largo a concurso. Valoración: *****

12 noviembre 2012

X-O Manowar: By the Sword


X-O Manowar 1-4 USA

Guión: Robert Venditti
Dibujo: Cary Nord
Valiant; 112 páginas, 9,99$


No conocía a Valiant más que de oír mencionar alguna que otra vez su nombre y algunas de sus series y equipos creativos. No conocía el trabajo de Robert Venditti. Tampoco el de Cary Nord. No conocía la anterior encarnación de la serie X-O Manowar de Jim Shooter. Por suerte, aún así he podido disfrutar de esta serie llevándome una muy agradable sorpresa, y me hace tener en el punto de mira todo lo que vaya publicando esta editorial, que es fácil de seguir dado los pocos títulos con los que cuenta, y que además está contando con unos profesionales muy a tener en cuenta.

Pero a lo que íbamos. Que total, me encuentro con una serie de la que además desconocía por completo su argumento, más que imaginar que su género sería el de la ciencia ficción por sus portadas, por lo que tras haber visto éstas no puedo si no extrañarme con la presentación del cómic y las primeras páginas: estamos en el año 402 D.C., y asistimos a los primeros momentos de una cruenta batalla entre visigodos y el ejército romano. Nuestro protagonista es Aric de Dacia, heredero al trono de los primeros, bajo cuya mirada veremos desarrollar los primeros planes de ataque, para más tarde ser testigos de la apabullante derrota de los suyos, y la muerte de alguien muy cercano. Tras la obligada retirada debido a la noticia de que sus campamentos han sido asaltados y muchos de los suyos raptados (entre ellos la mujer del propio Aric), se encuentran con lo que creen son legionarios romanos, al que Aric junto a un pequeño batallón atacan, sólo para descubrir su tremenda superioridad armamentística. Tras derrotarlos sin mayor complicación, estos atacantes se revelan con una extraña raza alienígena conocidos como The Vine (La Vid), que los reclaman como esclavos arrástrandolos con ellos quién sabe a qué lejana galaxia... Y aquí se acaba lo que voy a desvelar de la trama, porque creo que merece la pena descubrir lo que va ocurriendo en sucesivos números por uno mismo, ver cómo se desenvuelven los personajes en semejante tesitura y qué nos deparará este larguísimo viaje por las estrellas.

Tenemos así una serie que empieza fuerte, mezclando géneros con agilidad y poniendo desde el principio al protagonista en una situación en la que es difícil imaginar lo que nos depara la historiay qué derroteros tomará el guionista, para mostrarnos en los siguientes números la pasta de la que está hecho este heredero, y cómo la posición en la que se encuentran él y sus compañeros es difícil de revertir. Veremos entonces qué es lo que puede darles la llave del éxito de su rebelión y de su vuelta a casa. 

Aunque estos primeros números sólo son el necesario power up para poner sobre la mesa la premisa de la serie, se empiezan a plantar las semillas de varias líneas argumentales que pueden dar mucho juego una vez descubramos los poderes de la armadura de Shanhara. Venditti resulta así prometedor, ofreciendo no sólo un buen inicio de colección, sino que además plantea algunas situaciones, como pueden ser las relacionadas con los miembros de La Vid abandonados en La Tierra o la posibilidad de recuperar a su mujer, que quién sabe lo que pueden deparar en el futuro.

En el apartado gráfico, el dibujo de Cary Nord es muy bueno, sabiendo aclimatarse a la perfección a los diferentes escenarios y sus características propias que propone Venditti, con unos diseños cuidados y una planificación de página muy cinematográfica, que (como casi siempre que se apuesta por ella) potencia la espectacularidad puntual en detrimento de la narración y del dinamismo, así como cierto estatismo tanto en los diálogos como en las escenas de acción que sólo logra suavizar en estas últimas. También deja entrever en ocasiones cierto descuido en algunos acabados, pero por lo general cumple con las exigencias del guión, aunque creo que aún podría pulir un poco más su trabajo y disfrutar todavía más con sus dibujos.

En definitiva, este primer tomo de X-O Manowar es un cómic por el que he apostado a ciegas, y cuyo resultado no podría ser más satisfactorio. Ahora, me mantengo a la espera de ver cómo se desarrolla la historia de este "náufrago", qué problemas traerán consigo los planes de La Vid, y qué repercusiones tendrá para Aric el descubrir la paradoja de su viaje.

07 noviembre 2012

Argo (2012)

Director: Ben Affleck
Guión: Chris Terrio, basado en un capítulo de "Maestro del Disfraz" y en el artículo de Joshua Bearman para "Wired"
Género: Thriller
Duración: 120 minutos
Intérpretes: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling, Kyle Chandler, Victor Garber, Michael Cassidy, Clea DuVall, Rory Cochrane, Tate Donovan, Chris Messina, Adrienne Barbeau, Tom Lenk, Titus Welliver

Mucho juego dió para algunos chistes malintencionados el hecho de que Matt Damon y Ben Affleck se llevaran el Óscar al mejor guión con El indomable Will Hunting,el mejor de ellos sin duda, ya que recogía lo que muchos pensábamos de la aportación de ambos en el libreto, es el que aparecía en Padre de Familia. Visto el nivel de su aún pequeña filmografía como director, queda más que demostrado que el mayor de los Affleck sí que tuvo mucho que decir en aquel famoso guión que le mereciera el premio de la Academia, y que su futuro es muy, muy prometedor.

Tras el éxito de crítica de su primer film tras las cámaras, Adiós pequeña, adiós (mi tarea pendiente), una adaptación de la novela de Dennis Lehane con un reparto de auténtico lujo, llegaría The Town, un thriller de acción en el que se atrevería con la crítica social hacia su propia ciudad, las pocas oportunidades que depara ésta y las relaciones de fidelidad entre sus delincuentes, pero sobre todo dirigirá con un pulso magnífico deudor de la magistral Heat una cinta infravalorada reivindicable de principio a fin, con algunas escenas de acción que son de lo mejor del film pero sin por ello descuidar la trama ni la interacción de sus personajes. 

 Con tan buena carta de presentación, muchos fueron los ojos que desde el principio se mostraron interesados por su siguiente proyecto, esta Argo, en la que para rescatar a unos espías norteamericanos en suelo iraní el gobierno de Estados Unidos habrá de llevar a cabo una planificada farsa para hacerlos pasar por miembros canadienses del staff de una película de ciencia ficción. Sin embargo, para mí ha supuesto una pequeña decepción. 

Como habré dejado notar, The Town me pareció una de las mejores películas de 2010, por lo que mis expectativas con ésta estaban por todo lo alto. Pero, por desgracia, hay algo que le falta a esta cinta para redondearla, para hacerla de notable en todos los sentidos, una chispa que quizá hubiera tenido con otro actor en el papel principal, o quizá humanizando un poco más a los rescatados. Quizá.

Con ello no quiero restar méritos a la película; Affleck dirige con acierto y buen ritmo, transmite a la perfección lo desasosegante y potencialmente explosivo de la incursión en la embajada estadounidense, y la urgencia se siente en las reuniones con el objetivo de planear la tapadera con la que rescatar a los espías que han logrado escapar a la embajada canadiense.
Alterna con acierto el tono más relajado (e incluso humorístico) en las escenas que comparten unos grandes Alan Arkin y John Goodman, el suspense y el trabajo al límite para llevar a buen puerto la tapadera en la Agencia (con otro grandísimo, Bryan Cranston), con una tensión bien llevada desde que Méndez llega a Irán cuyo momento culminante es la claustrofóbica escena en el bazar. Unas elecciones de cásting muy acertadas y un reparto muy competentes (con los más veteranos comiéndose los planos en los que aparecen), cuyo único fallo es para mí ver al propio director como protagonista, y un momento mágico para los fans del cómic.
 
¿Qué es lo que me falta entonces en Argo? El problemas es más bien lo que me sobra de la película; dada la importancia de mantener la angustia hasta el final, se toman unas cuantas licencias tópicas que lejos de añadir dramatismo al cierre acaba por restarle credibilidad y volverlo risible. Está bien que haya un momento en el que los personajes lleguen a escapar por los pelos, pero cuando se repite hasta en tres ocasiones (durante la comprobación de las reservas de avión, la llamada descolgada, y la persecución al avión), uno no puede sino esbozar una sonrisilla socarrona de incredulidad. 

También me sobran minutos en el metraje, sobre todo por lo pesado que se vuelven los últimos minutos tras el regreso, así como la inclusión del final feliz con medalla, reconciliación marital y momento íntimo con el hijo, y el mensaje de que la CIA está llena de héroes anónimos totalmente altruistas, pero es un mal menor que se contrarresta con otros momentos en el que se critica, aunque sea de manera blanda, su labor para con los países de Oriente Medio y sus sátrapas (nunca mejor dicho) gobernantes.

En definitiva, pequeños fallos que no la acaban de hacer del todo redonda, pero sí otro muy buen trabajo tras las cámaras de Ben Affleck, que deja de ser una inesperada sorpresa y confirma su potencial, por lo que sus futuros filmes van a ser, al menos para mí, igual o incluso más esperados que éste.

10 octubre 2012

Ultimátum, de Jeph Loeb y David Finch

Ultimatum 1-5 USA
Guión: Jeph Loeb
Dibujo: David Finch
Panini; 176 páginas, 18,95€

Por fin he llegado a la altura de este evento en mi lectura (atrasadísima) de Ultimate Spiderman, así que entre número y número de la colección he decidido intercalar Ultimátum, el megaevento de la línea definitiva que, sin ninguna duda, se encuentra entre las peores lecturas de mi vida, y os explico el porqué.

El guión de Loeb es malo, malo, malo. ¿Sabéis lo que dicen sobre pegarle a un padre? Pues esto es como si en vez de pegarle, lo torturaras, lo violaras, lo descuartizaras y mearas sobre su cadáver, todo a la vez. Los personajes están absurdamente caracterizados, los diálogos son vergonzantemente molones y risibles, y la trama es una estupidez como una casa que Loeb arrastra de su etapa en los Ultimates: que va Magneto y al quedarse sin hijos (al ser estos supuestamente asesinados) decide cargarse todo el planeta. Uau.

Lo peor de todo es que la estúpida premisa sólo sirve para que los autores nos muestren toda la muerte y destrucción gilipollescamente impactante que se les venga a la cabeza: cadáveres por doquier, desmembramientos y decapitaciones a mansalva, evisceración de superhéroes... Vamos, que casi todos acaban muertos de una manera u otra. Y todo esto, para que al final, de nuevo de manera estúpida, el personaje se dé por vencido porque ¡oh!, ha descubierto un megasecreto con el que "todo cambiará y nada volverá a ser lo mismo®". Pero no acaba aquí el festival, ya que todavía quedan otra decapitación y un tiro directo a la cabeza, ambos en primer plano. ¡Olé tus cojones Loeb! Has captado a la perfección el tono que ha de tener una historia superheroica que debería ser épica y  triste a la vez, gore a cascoporro.

David Finch es, sin duda, uno de los dibujantes que más aborrezco, y es todo un suplicio encontrarme con él en las colecciones que sigo. Me pareció malo en Nuevos Vengadores, me pareció aún peor cuando tuve que tragármelo en Complejo de Mesías, aunque en Caballero Luna llegué a tolerarlo sin más (supongo que el tono oscuro tanto dela historia como del color le ayudaron)... Pero es que aquí se supera, y realiza una de las mierdas más grandes que haya yo visto, muy deudor del gran ROB! Liefeld: poses molonas sin sentido, músculos hipertróficos imaginarios, posiciones imposibles en la realidad (como la del abrazo), rayitas para mostrar lo malotes y enfadados que están todos, y anatomía femenina de muñecas Barbie con silicona. Acojonante.

Me reitero en lo dicho: esta es una de las peores bazofias que he tenido la desgracia de leer en mis más de 10 años leyendo Marvel. Ni el Spiderman: Capítulo Uno de Byrne, ni anteriores bazofias del mismo autor como el Superman/Batman o sus Ultimates me podrían haber preparado para esto. Madre mía como me alegro de no haber pagado por este mojonaco...

Aún así, y retomando el motivo por el que me he acercado a Ultimátum, el evento merece la pena por lo bien que lo aprovecha Bendis en la colección de Spidey, para seguir haciendo grande a dicha cabecera, con momentazos como en que el trepamuros intenta rescatar a los supervivientes mientras tiene que lidiar con Hulk, el momento de lucidez y arrepentimiento de Jonah, la negativa de Peter a rendirse aún al enfrentarse a sus peores miedos, el "Tía May" de cierto clon, o el episodio mudo en el que asistimos como espectadores a la impotencia tras una desastre de tal calibre incluso en los seres superpoderosos. Esta colección es por lo que aún sigo dando un voto de confianza al guionista en sus nuevas propuestas, y por lo que, a pesar de las pestes que pueda haber echado de él en otras colecciones, siempre mantendré que es uno de los mejores escritores que ha tenido Spidey en toda su historia.

04 octubre 2012

Batwoman: Elegía e Hidrología

Detective Comics 854-863
Guión: Greg Rucka
Dibujo: J.H. Williams III, Jock
Planeta; 216 páginas, 22€


Batwoman 0-5 USA
Guión: J.H. Williams III y W. Haden Blackman
Dibujo: J.H. Williams III y Amy Reeder
ECC; 144 páginas, 13,95€

Antes de ser aclamada por muchos como una de las mejores series del reinicio del Universo DC, ya se habían escrito muchas y muy buenas palabras sobre esta nueva encarnación de la mujer murciélago, tanto por su presencia en 52 (serie que dejé en su edición en grapa a pesar de su calidad, y que ahora tengo la oportunidad perfecta de retomar con los bonitos tomos de ECC) como por su estancia en la colección más longeva de Batman, Detective Comics, mientras tenía lugar todo aquel barullo de La batalla por la capucha. Así que, ni corto ni perezoso, he decidido hacerme con los dos tomos publicados hasta ahora con las andanzas del personaje y metérmelos entre pecho y espalda en dos tardes, y la impresión que me han dejado es... Contradictoria.

Con el guión a cargo de Greg Rucka, vemos una buena presentación del personaje y el mundo que la rodea: su pasado, su familia, su carrera, su tragedia... Y el lugar que ocupa en Gotham a consecuencia de todo ello. El guionista nos presenta a un personaje fuerte y muy interesante, una Kate Kane con un gran sentido del honor, una fuerte convicción moral y unos férreos principios, que no duda en declarar abiertamente su homosexualidad aún a costa de perder lo único para lo que realmente ha luchado en la vida, convertirse en una excelente militar y seguir los pasos de sus padres. La lectura de estos números es ágil, la mezcla de la narración del presente y pasado está intercalada de manera perfecta, y la forma en la que Rucka hace desenvolverse a Kate es excelente (no en vano los personajes femeninos son uno de los fuertes del guionista), pero la némesis del personaje en este primer arco falla, y se antoja un deus ex machina insulso e innecesariamente forzado como recurso para cambiar el statu quo de un personaje que no acaban siquiera de presentarnos. Tras esto, el arco dibujado por Jock en el que se establece un paralelismo entre las primeras andanzas de Batman y Batwoman es cumplidor, sin más, por lo que poco más que añadir.

(A los guiones de Hidrología le daré en esta reseña el mismo lugar que ha ocupado en el tomo: como simple testimonio anecdótico entre la labor del dibujante...)

Pero nos centraremos en lo verdaderamente destacable; si por algo habría que elegir estos tomos entre las muchas cabeceras que aparecen estos primeros meses de Nuevo Universo DC y recomendar su compra es por un único motivo: el trabajo de J.H. Williams III, simplemente ex-qui-si-to. No sólo sabe adecuar su dibujo al guión, ya se nos cuente la lucha contra el crimen de Batwoman o el pasado trágico de Kate, sino que nos ofrece esto de una manera magistral, con unas composiciones de página preciosas, una narración de la lucha atractiva y espectacular, y unas splash-pages maravillosas en las que suele dar rienda suelta a la experimentación y a un toque mucho más pictórico (en las que los marcos de dichos cuadros llegan a formar parte de la propia acción), con un resultado de acuarelas en Hidrología que casa a la perfección con la historia que desarrolla, y que da como resultado unas láminas para enmarcar. Bien es cierto que, sobre todo en el tomo en el que trabaja con Rucka, en algunas ocasiones la experimentación con la página deja en segundo lugar un aspecto tan importante como es la narración de la escena, quedando en muchas ocasiones el lector confundido y desorientado con la secuencia de los diálogos, algo que ocurre en no pocas ocasiones. Pero aunque en el primer tomo el guión seguía siendo parte importante del cómic, en Hidrología pasaremos a ver todo lo contrario, convirtiéndose éste por completo en mera excusa para dotar de la mayor libertad creativa al dibujante, con abundantes escenas en lo que lo onírico se confunde con la realidad, y una fuerte apuesta por las tramas y la ambientación esotérica para poder probar a placer y sin restricciones diferentes técnicas y acabados en los dibujos; el mismo autor no tenía reparos en reconocer esta subordinación del guión a sus inquietudes artísticas para dar rienda suelta a sus lápices en palabras recogidas en el propio tomo de ECC. No en vano, la historia ha sido básicamente escrita por él.

El problema entonces lo encontramos de cara al futuro de la serie, y es que si la apuesta por esta colección se basa en el dibujo de J.H. Williams III, será difícil prever su futuro teniendo en cuenta las ausencias del dibujante entre arcos argumentales, que será sustituido por Amy Reeder. A pesar de contar con un buen personaje, no parece que el guión vaya a ser una gran preocupación de sus autores por lo que, entre tantas novedades y tan buenas series por probar que encontramos cada mes en las estanterías de nuestras librerías, quizá Batwoman sufra una muerte prematura por confiar demasiado en una fórmula que, aunque efectiva y sobre todo efectista, ya se acabó demostrando hace un par de décadas que no es la más adecuada a largo plazo si se quiere contar con una cabecera que mantenga una buena salud. Esperemos que, como con otras series de las nuevas 52 (el Detective Comics de Tony Daniel y el Dark Knight de David Finch entre ellas), se acabe apostando por un equilibrio con el que no contaban en un principio.

07 junio 2012

Zapatillas Reebok basadas en súpers

A mí me parecen feas de cojones todas, pero algunos detalles en ellas son divertidos, como el pelaje en la de Dientes de Sable o el escudo en la del Capi. Podéis ver todas las imágenes aquí, yo os dejo la vista general de todas ellas.

Capitán América

Cámara

Masacre

Dientes de Sable

Lobezno

Spider-Man

Viuda Negra y Reina Blanca

05 junio 2012

Feliz cumpleaños Peter




Tal día como hoy, hace 50 años, una revista agonizante daba la oportunidad a Stan Lee de poder (por fin) sacar adelante la historia de un chico que tras ser picado por una araña radiactiva, recibiría lo poderes proporcionales de ésta. El 5 de junio de 1962 nacía uno de los mejores y más famosos personajes de ficción del siglo XXI; hace justo 50 años nacía Spiderman. El personaje que ha conseguido hacerme llegar hasta aquí, y disfrutar tanto de esta afición que son los cómics. 

Felicidades, Peter, y muchas gracias.

04 junio 2012

Secuestrados (2010)

Director: Miguel Ángel Vivas
Guión: Miguel Ángel Vivas y Javier García
Género: Thriller, suspense
Duración: 81 min
Año: 2010
Intérpretes: Fernando Cayo, Manuela Vellés, Ana Wagener, Guillermo Barrientos, Martijn Kuiper, Dritan Biba

Espectacular segundo largo de Miguel Ángel Vivas, que se nos presenta claustrofóbico ya desde la misma secuencia de apertura.

Magnífico retrato del horror sufrido ante la incertidumbres y los miedos que se presentan durante un secuestro, que ya de por sí causa innumerables secuelas psicológicas y puede machacar a una persona al ver allanada su casa, su espacio seguro, junto con la agonía del no saber de qué manera va a estallar la situación, por donde va a explotar un acto de violencia intrínseca que sólo hace prever lo peor de las personas que son capaces de llevarlo a cabo. Retrato de unos monstruos con capucha, que dan más miedo aún desposeídos de máscaras, cuando revelan su verdadera  y aún más desagradable naturaleza, la maldad y el más puro desprecio hacia cualquier tipo de vida que no sea la propia, que coincide con el momento en el que vemos a los humanos tras la tela. Sin concesiones al espectador, sin moralinas, sólo la violencia dejando ver su forma, brotando poco a poco hasta que acaba presentándose en su forma más primigenia, inesperada, visceral, la que traspasa incluso el muro de la ficción y nos llega a nosotros, los espectadores, que nos vemos desposeídos de la barrera de seguridad de plasma para también llevarla grabada a fuego durante un par de días en la cabeza, para marcarnos como marca las vidas de los protagonistas.

Grabada con maestría, Miguel Ángel Vivas desarrolla la situación de manera sobria, sin artificios, con largas secuencias muy bien llevadas cámara en mano, sin miramientos con los personajes ni paternalismos, y sin héroes, lo que es todo un acierto a mi modo de ver si se quiere presentar un horror veraz y cotidiano, en el que dichos héroes no suelen abundar. A pesar de la corta duración de la película la presenta sin prisas, desarrollándose de manera fluida, y dejando caer tanto algunas muestras de esperanza como inmediatamente después nos las arranca de manera brutal (como esa escena en la que convergen los sucesos paralelos de padre e hija). Un trabajo soberbio, con un final espectacularmente salvaje por lo cercano, que se atraganta hasta unos segundos después de darnos cuenta de que el metraje ha llegado a su fin.

Aunque todo brilla en este film, me gustaría destacar por el extraordinario trabajo que se marca a Manuela Vellés, parte muy importante a la hora de transmitir la impotencia y el horror en primera persona de un acto de violencia tan extrema e inexplicable. Lo borda con su actuación y llega a transmitir el desasosiego y el terror a las carnes del espectador, y sobre todo refleja a la perfección el rostro de la incomprensión ante unos actos difíciles de asimilar por el cerebor humano.

Valoración: *****

16 mayo 2012

Astonishing X-Men: Peligroso


Astonishing X-Men vol. 3, 7-12 USA 
Guión: Joss Whedon
Dibujo: John Cassaday  
Panini; 160 páginas, 15€

Si el primer arco de Whedon en esta serie se centraba en la relación entre personajes, con algunas dosis de acción, este segundo se centra casi por completo en esto último creando, de nuevo, un poderoso enemigo para la Patrulla X que conoce todas sus debilidades. El problema de esta historia es, como no podía ser de otra forma, la comparación con El Don, por lo que no podía salir peor parada, no tanto por mal hacer del guionista como porque dejó el listón tan alto que era difícil llegar de nuevo a ese nivel de maestría.

No por ello debemos infravalorar este segundo arco, Peligroso, ya que tanto el guionista como el dibujante siguen ofreciendo un retrato certero de los X-Men, aunque por desgracia recurriendo a una historia centrada en el manido recurso por aquel entonces del Profesor Xavier como un cabrón sin escrúpulos y un manipulador sin conciencia con tal de crear su equipo perfecto para salvar a la raza mutante (veríamos algo muy similar casi paralelamente en la penosa Génesis Mortal de Ed Brubaker, como contaba en su momento aquí y aquí). Con buenos momentos como el nacimiento del nuevo enemigo (aunque es de lo más tópico, es muy interesante el lugar sobre el que se alza), la pelea con Xavier o los momentos protagonizados por Kitty (es imposible no darse cuenta del cariño que le tiene el guionista), la historia mantiene la tensión desde el principio hasta el final, como no podía ser de otra forma, cerrado con un impresionante cliffhanger de un espectacular regreso, creando, como no podía ser de otra forma, un buen entretenimiento en el que le tiene el pulso cogido al ritmo de la colección y su serialización en grapas.

Cassaday, como siempre, espectacular y cumpliendo cualquier encomienda del guionista, con su particular y bellísimo trazo, aunque también a él se le nota menos potente que en la primera saga, más dejado en algunas ocasiones en las que sus viñetas no son todo lo redondas que se le esperan. 

El equipo creativo sigue teniendo cosas que decir con esta cabecera que renacería gracias a ellos, y este bajón pasajero no es, ni mucho menos, motivo para perderse una segunda temporada que apunta muy muy alto, con muchas preguntas por responder y nuevas ideas aún por ser exploradas en profundidad.

Valoración: *****

14 mayo 2012

Las vacaciones de Jesús y Buda 1

Hikaru Nakamura 
Norma; 136 páginas, 8€ 

"Jesús sabía que hay favores que no pueden pedirse. 'Préstame una oreja' es uno de ellos."

Desde que leí la original premisa de la que partía este cómic, sabía que tenía que hacerme con él: Jesús y Buda han decidido tomarse unas vacaciones en Japón, y van a compartir piso y gastos en Tokio. Absurdamente genial, como a mí me gusta. 

El manga es una sucesión de situaciones cotidianas, pero que protagonizadas por las dos deidades acaban derivando casi sin remedio en escenas de los más cómicas: una noche en la feria, la visita de la casera para el pago del alquiler, la excursión a un parque de atracciones, un día en la piscina, la actualización del blog de Jesús, etc. Pero claro, a pesar de su cotidianeidad acaban volviéndose hilarantes tanto por lo desubicado de los protagonistas en la actualidad, como por su ingenuidad ante determinadas situaciones, personajes y conductas de la sociedad moderna. Además tienen que hacer frente a los problemas de dicha sociedad pro a la vez han de mantener su secreto, algo que se complica bastante cuando Buda alcanza la iluminación o a Jesús se le abren los estigmas.

Las vacaciones de Jesús y Buda es un manga poco convencional, y puede que ni su humor absurdo ni sus protagonistas sean plato de buen gusto para todos los paladares. A mí, que me gusta reírme de lo más políticamente incorrecto, me ha parecido un manga completamente desprejuiciado con el que pasar un muy buen rato. Aunque su premisa pudiera dar más de sí de ser tratada con más mala leche, con un humor algo más ácido y más cabrón, cumple sobradamente con la tarea de hacer reír y provocar divertidos enredos con el humor blanco que presenta, y que además amplía el abanico de compradores, y la verdad, viene bien para descargar parte del dramatismo y la solemnidad a la que suelen asociarse dos figuras de la potencia simbólica y mitológica de Jesucristo y Buda.  

Los gags con animales (geniales los gatos del final, el deseo oculto de Buda o los pájaros paraguas), Buda descubriendo la obra de Tezuka con su nombre, Jesús como consumidor compulsivo de anime, las camisetas serigrafiadas... La serie está llena de pequeños momentos que, estoy seguro, como mínimo acaban arrancado una sonrisa, ya desde la primera página. Sin duda, es una de las sorpresas de este año, y un manga que puede dar muchos buenos momentos.

Valoración: *****

P.D.: Muy buena la edición por parte de Norma, también en la traducción y en las explicaciones a pie de página, aunque me chirrían muchas expresiones españolizadas. Sin embargo, tirón de orejas por el precio inflado de un manga con tan pocas páginas, y que quizá con un precio mucho más ajustado a lo que ofrece podría arrancar algunas ventas más.