Family Compo 01 de Tsukasa Hojo

Masahiko es un joven universitario que desde la muerte de sus padres vive sólo, sin ningún familiar ni amigo al que acudir. Pero un día descubre que tiene un tío del que su madre se fue alejando, y que han decidido adoptarle. La familia Wakanae es una familia como cualquier otra a simple vista, pero esconden un gran secreto, que no todo el mundo es capaz de asimilar: los padres tienen el sexo intercambiado.

Con F. Compo, Tsukasa Hojo (el creador de City Hunter) ha conseguido crear un original manga de enredos, en el que gracias a sus peculiares personajes asistiremos a divertidísimas situaciones que no dejarán de hacernos reír durante todo el tomo. Pero más allá de las escenas de humor, muy conseguidas y perfectamente plasmadas en el papel, también cabe destacar el mensaje que nos transmite el autor gracias a Masahiko, quien al principio tiene una actitud retrógrada e intenta por todos los medios ocultar a sus familiares, volverlos "normales", pero que poco a poco se irá dando cuenta de que poco importan el aspecto exterior de las personas. Más allá de dos travestis o una "maricona", Masahiko aprenderá a ver a dos magníficas personas que le han dado todo lo que tienen, que les han abierto las puertas de su casa y las de sus corazones, y que van a compartir su vida dándole la familia que nunca ha tenido.

Con este mensaje (que traiciona el estereotipo que parece definir la cultura japonesa en occidente) y el humor que destila la obra, Hojo impregna las páginas de su manga con una magnífica mezcla que se ve reforzada por su exquisito dibujo y por la originalidad de sus argumentos (como las divertidas (e increíblemente realistas) escenas que tienen lugar en el estudio de Sora, mangaka de profesión, o los stripteases de las "asistentas" de éste), y da como resultado un primer tomo increíblemente adictivo cuya lectura pasará volando, y que se convierte en una lectura obligada dado su ajustado precio (tan sólo 3'75€ por un tomo de 200 páginas, al que se le perdonan todos los fallos de edición (tampoco demasiado relevantes)). Es un pecado perderse F. Compo, y seguro que si le dáis un voto de confianza, os veréis gratamente sorprendidos.

Valoración: 8/10. Un delito perdérselo.